Sinopsis (Oficial):
Peppa es una cerdita encantadora, pequeña y descarada que vive con su hermano pequeño George, Mamá y Papá cerdo. A Peppa le encanta jugar, disfrazarse, conocer lugares interesantes y hacer nuevos amigos, pero lo que más le gusta es saltar en los charcos con barro…
“Peppa Pig” se ha convertido en una de las series infantiles de animación más populares y su difusión de excelentes valores como la amistad o la claridad de sus ideas han catapultado a esta pequeña cerdita y a su familia a ser una cita fija para los más pequeños. Pero, ¿por qué es tan mandona a veces Peppa? ¿Esconde algo entre hozado y gruñido? Es normal que cuando aparece un fenómeno, televisivo o no, surjan los comentarios positivos y negativos y más si es una cerdita que baja de la nube de notoriedad a la incombustible Peggy. Aunque para muchos y, pese a su escasa duración, las aventuras de aprendizaje de Peppa son idóneas para los peques, la serie británica no explica cómo una cerda con 5 años (equivalente a 25 años humanos) todavía vive con sus padres y su hermano en esa sociedad presuntamente comunista y, sobre todo, se dedica a comportarse como una mocosa cuando, recordemos, debería procrear a esa edad porcina. ¡Ya es una mujer cerda y se le va a pasar el arroz o acabara siendo cerdo agridulce de un chino! Que interactué con otros animales como perros, ovejas, elefantes, conejos, etc. no deja de ser contradictorio, ya que es conocido que cada animal se comunica en su propio idioma no disponiendo de una lengua común que puedan utilizar. Pero no es el asunto de esta crítica bastarda sino, ¿cómo se puede entender una serie tan irracional?
“Peppa Pig”, según algún periodista que presumiblemente había dejado de tomar su medicación, fue acusada de lavar el cerebro de los más pequeños por sus amaneramientos feministas y claramente socialistas. Algunos enfermos mentales han tratado de hallar los mensajes ocultos entre tanto ecologismo y sociedad multicultural donde distintas especies como elefantes y conejos, al parecer, pueden mantener claras relaciones carnales o afectivas. Incluso se ha llegado a especificar que estamos ante una facción vegana y radical de los Illuminati como marco conspirador para adoctrinar a las futuras generaciones. ¿Si sus hijos ven “Peppa Pig” le van a escupir las lonchas y cintas bacón a la cara gritándole ‘¡ASESINO!’? ¿Se negarán a comer hamburguesas de carne y se harán vegetarianos por compasión a sus seres de dibujos animados tan queridos saliendo a las calles para pedir que se acabe con los bocatas de chorizo y panceta al clamor de OINK-OINK-OINK-OINK-OINK? La exitosa serie británica que ha arrasado en decenas y decenas de países diferentes, no obstante, esconde otra historia oculta mucho más perturbadora. ¿Cuál es ‘La Verdadera Historia de Peppa Pig’? ¿Por qué todas las series de animación infantiles tienen que tener una ‘Verdadera Historia arruinainfancias’? OINK-OINK-OINK-OINK...
Como ha quedado claro anteriormente, “Peppa Pig” es inadmisible, absurda e ilógica desde cualquier posicionamiento racional y sus creadores deberían devolver los premios BAFTA que han ganado o pedir cita en el diván junto a Tinky Winky por sus delirantes argumentos. La única explicación de esta serie es otra bien distinta y mucha más oscura y terrible. Por favor, aquello que va a leer a continuación puede hacer que no duerma en muchas semanas… así que tapase los ojos. No tanto… que no puede seguir leyendo. En realidad, Peppa y su familia no existen y están muertos… porque fueron devorados tiempo atrás. Como deberían saber NO EXISTEN los cerdos salvajes salvo Tim Allen, John Travolta, Martin Lawrence y William H. Macy. Los cerdos o están en el matadero o están en nuestra tripa pero NUNCA en cautividad porque son animales DOMÉSTICOS usados para la alimentación de los seres humanos. Los suidos que viven en cautividad son los parientes cercanos de los cerdos, por ejemplo: los jabalíes. ¿Y si Peppa y su familia no existen y están muertos a quiénes estamos viendo realmente en la serie? Cuentan que en una sesión de aterradora espiritismo surgieron unos sonidos espeluznantes mientras todo temblaba alrededor. Finalmente fueron identificados como hozados y gruñidos y una voz ya humana —posiblemente de otra presencia fantasmal que traducía el mensaje de la torturada criatura— reveló una horripilante verdad. Ese ser del más allá se identificó como Max, el cerdo vietnamita de George Clooney, que falleció en 2006. Uno de los integrantes del círculo de la sesión espiritista hizo una broma referente a Peppa Pig pensando que una presencia les estaba tomando el pelo… y, efectivamente, sintieron a partir de entonces el terror… el auténtico terror. Una potencia invisible y poderosa les atenazó fuertemente la cabeza y sus cuellos casi quedan desencajados de tan brutal firmeza, mientras los objetos comenzaron a saltar por los aires y los apocalípticos gruñidos de la criatura se intensificaban. Entonces, soltó una revelación encogiendo el alma de los allí presentes: ¡CHUPACABRAS! ¡CHUPACABRAS! ¡CHUPACABRAS! ¡CHUPACABRAS!
El círculo quedó roto y todo volvió a la normalidad, pero los hechos fueron la comidilla de los médiums, tarot y videncia en los 806 durante varios meses… ¿Por qué el fantasma y cerdo deGeorge Clooney vincularía a Peppa con el mito del chupacabras? ¿Y si su familia pertenecerían a esa extraña raza? ¿Y si ellos hubieran decidido ocultarse en una comunidad haciendo lo que hace todo el mundo: COMERSE A LOS CERDOS? ¿Se basa realmente “Peppa Pig” en la vida real del asesino Ed Gein, aquel que inspiró a Cara de Cuero (Leatherface) de“La matanza de Texas” y los chupacabras utilizan la piel porcina de sus víctimas para fingir ser unos cerdos y acercarse a sus nuevas víctimas? Es cierto que hay algo raro en esa cara y ojos de cerda que nunca crece pero, ¿vive un monstruo depredador en su interior? ¿De verdad? ¿Saldrá una noche la cerdita Peppa con una motosierra dispuesta a reclamar su naturaleza y revelarla ante sus confundidos e inocentes vecinos? La realidad es otra más aterradora porque, ¿cómo alguien en su sano juicio se puede fiar y creer a una cerda que habla y que no está en nuestro plato? OINK-OINK-OINK-OINK...