El fin del mundo ha iniciado



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Nuestro planeta se está calentando. Los últimos diez años han sido los más calurosos desde que se llevan registros, y los científicos predicen temperaturas más elevadas aún en un futuro.




El calentamiento global ya no es una amenaza para el futuro, sino que ya estamos viviendo una realidad.
En todo el hemisferio norte la temperatura ha alcanzado en los últimos años su “punto irreversible”, el cual fue registrado más de dos grados por encima de su punto de inflexión por primera vez en su historia.
De acuerdo con el portal Pivot América, durante una conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, la cual tuvo lugar el pasado diciembre en París, por lo que se ha logrado aclarar que el calentamiento global se mantiene bajo dos grados Celsius y que tomarán medidas para limitar el aumento de la temperatura. Por lo tanto, este punto de inflexión ha sido superado, informó el portal.
Asimismo, es importante señalar que la mayor parte del hemisferio norte, en este invierno las temperaturas tuvieron un nivel alto más de lo normal.
pinguinos

¿Qué está ocurriendo?

El calentamiento global ya no es algo imaginable, tampoco ya no es una amenaza para el futuro.. esto ya es una realidad la cual estamos viviendo: la escasez de agua, inundaciones y por supuesto las sequías están acabando con grandes territorios de todo el planeta.
Según un informe del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en inglés) enero del 2016 ha sido el mes más cálido de todo el tiempo registrado, con un promedio récord de 1,3 °C, superando en 0,95 °C a la máxima histórica alcanzada en enero del 2007.
Un aumento de un metro en el nivel del mar puede afectar 6.700 kilómetros de carreteras y causar inundaciones extensivas y daño en las zonas costeras.
Este proceso de calentamiento se conoce como“efecto invernadero“. El efecto invernadero provoca una mayor evaporación de agua de los océanos, lluvias torrenciales, inundaciones, vientos huracanados, sequías, olas de calor y heladas.
Pero no se trata de un inevitable fenómeno natural del cual somos meros espectadores o víctimas. Los seres humanos somos los principales responsables porque ejercemos un impacto directo sobre el planeta, en un intento de mejorar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar. Sin embargo (y paradójicamente) el cambio climático no sólo afecta al planeta, sino que también impacta seriamente sobre nuestra salud.


¿Cómo afecta el cambio climático en la salud humana?

Enfermedades cardíacas y respiratorias: un aumento en la temperatura de la superficie de la Tierra traerá como consecuencia un aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Los sistemas cardiovascular y respiratorio se afectan debido a que, bajo condiciones de calor, la persona debe ejercer un esfuerzo mayor para realizar cualquier actividad, poniendo bajo mayor presión a estos sistemas.
Enfermedades infecciosas: la extensión de las “olas de calor”
aumentan la transmisión de enfermedades infecciosas causadas por mosquitos y plagas. Debido a las fluctuaciones de temperatura, se incrementa la tasa de reproducción y supervivencia de agentes patógenos como protozoos, virus y bacterias; estos agentes utilizan con frecuencia la ayuda de mosquitos, garrapatas u otros insectos para transmitir a los humanos diferentes infecciones. Además, la extensión de las zonas tropicales hacia latitudes más altas afectará a una porción mayor de la población mundial, aumentando el número de muertes a causa de enfermedades transmitidas por los mosquitos y otras plagas responsables del dengue, la malaria, el cólera, la fiebre amarilla y diversos tipos de diarreas.
Déficit nutricional: las cosechas insuficientes –como consecuencia de las sequías o de las inundaciones- aumentarán los problemas derivados de la mala o insuficiente nutrición. La mala nutrición sigue siendo la mayor crisis de salud mundial y según la OMS aproximadamente 800 millones de personas se encuentran malnutridas (la mitad de esta población afectada se encuentra en África).
Y nosotros… ¿qué podemos hacer? Si bien no cabe duda acerca de que los principales responsables de frenar este desastre son los estados nacionales, a partir de la implementación de políticas económicas globales que tiendan al cuidado responsable y eficiente del medio ambiente, cada uno de nosotros debe asumir una parte de la responsabilidad a través de acciones concretas y sencillas, pero positivamente efectivas:
Utilizar menos nuestro auto: el uso de medios de transporte colectivos (como autobuses o trenes) contribuye a la reducción del gasto de combustible y de la emanación de gases. Además, si nos desplazamos en bicicleta o simplemente caminamos, contribuiremos a mejorar nuestra salud física y mental.
-Adquirir productos sin empaque o con empaque reciclado o reciclable.
Ir al supermercado con nuestra propia bolsapara evitar el uso de las bolsas plásticas.
Utilizar papel reciclado y limitar el uso indiscriminado de papel (el uso de medios electrónicos como el e-mail o documentos colaborativos en línea puede reducir la cantidad de impresiones innecesarias que diariamente se realizan en todo el mundo).
Reciclar envases de aluminio, plástico y vidrio.
Utilizar envases retornables en lugar de envases descartables.
No malgastar la energía en nuestro hogar: apagar las luces, el aire acondicionado o la computadora cuando no se está utilizando; reemplazar las lámparas convencionales por lámparas de bajo consumo; darse duchas cortas y no dejar correr el agua innecesariamente.
Sembrar árboles alrededor de la casa para reducir el uso de acondicionadores de aire.
Planificar la construcción o la remodelación de nuestra vivienda para que las aberturas (puertas y ventanas) se ubiquen estratégicamente creando corrientes de aire fresco y natural.