Cuando se puso de parto, la embarazada se inyectó heroína. Aún en el baño del hospital




Es una imagen terrible: el bebé se estremece en su cunita. Las piernas le tiemblan descontroladamente. Tiene síndrome de abstinencia. Su madre tiene una grave adicción a las drogas y ha consumido opiáceos durante su embarazo. Las drogas pasaron de la sangre de la mujer al feto, por lo que el niño ya nació adicto a las drogas. Él es solo una de las víctimas de esta epidemia en EEUU. Debido al incremento de drogas baratas y al abuso de los medicamentos con receta, EEUU se enfrenta a una escalofriante oleada de problemas sanitarios y sociales. Y las víctimas son de nuevo las más vulnerables: los niños. 
Cada 19 minutos nace un bebé con el síndrome de abstinencia neonatal en EEUU. Esto puede causar la muerte de muchos niños, y mientras la mayoría de los bebés solo reciben amor durante sus primeros meses de vida, otros pasan por una auténtica tortura.  


Envuelta en lágrimas, esta madre cuenta cómo se inyectó otro chute de heroína cuando se puso de parto: "Me senté en el baño justo antes de dar a luz y me inyecté heroína. Lo único que importa en el mundo es colocarse". El pequeño Jacob ha sobrevivido, pero su madre ha perdido su custodia.  Desde entonces ella ha logrado mantener su adicción bajo control y ha tenido otro bebé, que no es adicto. Ahora espera que otros padres se tomen esto en serio y, aunque sea por el bien de sus hijos, se mantengan alejados de las drogas. En la mayoría de los estados de EEUU no hay leyes que establezcan que los médicos tengan que informar de estos casos. Los padres pueden llevarse a sus hijos a casa aunque no puedan casi ni cuidarse de sí mismos. En este vídeo (que avisamos que puede herir sensibilidades) se muestra lo terrible que puede llegar a ser:

Ver Vídeo: