Llevamos solo 2 meses de 2016 y muchas resoluciones de año nuevo ya se han tirado por la borda. Aunque aproximadamente la mitad de la población se propone metas para el nuevo año, una semana después aproximadamente un 25% de ellos ya las han incumplido. Una de los principales retos siempre es dejar de fumar. Una vez que lo has probado, este hábito es uno de los más difíciles de abandonar. Pero cuando veas lo rápido que tus pulmones se regeneran, y los cambios tan positivos que se producirán en tu vida, será más fácil mantener tu propósito. De acuerdo a un estudio, solo tardamos 66 días en acostumbrarnos a algo nuevo, así que puedes estar libre de humo en 2 meses. Estos son los efectos que tiene dejar de fumar a lo largo de un año:
En el siguiente vídeo (en inglés) puedes ver qué otras ventajas tiene el dejar de fumar, muchas de las cuales son desconocidas por la mayoría de la población.
Solo 20 minutos después de tu último cigarro, tu presión sanguínea y pulso vuelven a la normalidad. Además, notarás los pies y manos más calientes, porque la circulación te funciona mejor de nuevo.
Tras 8 horas, la cantidad de nicotina y dióxido de carbono del cuerpo se han reducido a la mitad. Tus niveles de oxígeno vuelven a ser normales. Te vuelves más alerta, duermes más relajado y los músculos te funcionan mucho mejor.
En solo 48 horas tu cuerpo está libre de nicotina y monóxido de carbono. Tus pulmones empiezan a regenerarse lentamente y a eliminar el mucus y los desechos. Los nervios responsables del olor y sabor se regeneran, lo que hará que tu comida sepa mejor.
1 ó 2 meses después, tus senos nasales estarán más despejados. Es mucho más fácil respirar y desaparece cualquier falta de aliento. Este es el momento crucial en el que puedes dejar de fumar para siempre.
Después de 3 meses, la función pulmonar ha mejorado drásticamente. El deporte y la agilidad son mucho más fáciles. La adicción física se ha superado y la tos es mucho menos frecuente. Las escaleras ya no son un obstáculo insuperable.
Tras 12 meses, los riesgos de sufrir una enfermedad cardíaca se han reducido a la mitad. Y todo esto solo en el primer año.
Entre 5 y 15 años después, las posibilidades de que sufras un infarto son tan bajas como las de un no fumador. 10 años después, los riesgos de sufrir cáncer a causa del tabaco han disminuido casi al nivel de un no fumador. Tras 15 años, tu corazón también está tan sano como el de un no fumador.